Jamás olvidaré el efecto que produjo en mí escuchar esa maravillosa palabra: NAMASTÉ.
"Yo honro el lugar dentro de ti,
donde el universo entero reside.
Yo honro el lugar dentro de ti,
de amor y luz, de verdad y paz.
Yo honro el lugar dentro de ti,
donde cuando tu estás en ese
punto tuyo, y yo estoy en ese
punto mío, somos sólo uno".
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| Shadu en el templo de Pashupatinah |
Instantes que se quedan grabados en lo más profundo de nuestros corazones, imágenes, letras de canciones que nos transportan a esos recuerdos, que nos conectan de vuelta a esos momentos y resurgen de nuevo esas emociones, reviviendo instantes que creíamos olvidados, pero que sin saber muy bien cómo se encuentran ahí, almacenados y de repente, algo hace que vuelvas a ellos, que vuelvas a revivirlos.
Tantos momentos vividos y tantas experiencias por vivir todavía...
Ahora vuelve a mi memoria los días tan maravillosos que viví en Nepal, mi retiro espiritual, la conexión que tuve al llegar a ese lugar tan especial... ¡fue mágico!
¡Mi "llamada", el comienzo de mi gran Aventura!
¿Cuál fue mi "llamada"?
Enseguida vino un pensamiento a mi mente, visualicé a un niño Nepalí de unos 8 años corriendo y saltando libre en las montañas, con una cara de Felicidad infinita que me provocó un escalofrío por todo el cuerpo, pero de gusto... no sé muy bien porqué, pero fue algo mágico, era una llamada interior que me gritaba: "quiero ir a NEPAL, quiero vivir eso".
¿Cuál fue mi "llamada"?
Enseguida vino un pensamiento a mi mente, visualicé a un niño Nepalí de unos 8 años corriendo y saltando libre en las montañas, con una cara de Felicidad infinita que me provocó un escalofrío por todo el cuerpo, pero de gusto... no sé muy bien porqué, pero fue algo mágico, era una llamada interior que me gritaba: "quiero ir a NEPAL, quiero vivir eso".
Nepal. Así comenzó mi viaje, queriendo viajar a este increíble país. Gente humilde, amable, hospitalaria, sonriente... ¡Amorosa!
En esas montañas de la cordillera del Himalaya, entre Nagarkot y Namo Buddha me sentí en Paz, como en casa. Pude volar como un águila, sentir mi libertad, conectar con lo más profundo de mi Ser, en soledad... dejándome llevar. Sintiendo la vida a mis pies, sin condicionamientos, sin apegos, sin ataduras, sin mochilas que cargar, desnuda y ligera como una pluma.
Y no puedo evitar emocionarme al pensar el infierno que estará viviendo ese maravilloso pueblo, debido al terremoto ocurrido el pasado sábado. Espeluznante la cifra de muertos que hay hasta el momento: 3.710 fallecidos, según fuentes de "El País".
Días tristes para un pueblo maravilloso. A vosotros, mis hermanos, todo mi apoyo y toda mi fuerza, desde lo más profundo de mi corazón.
Recuerdos... ¿qué seríamos sin ellos?
I Love Nepal.
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| Nepal |
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